Una minoría de hombres, aquellos que maltratan y matan a las mujeres, son argumento para que el resto de los hombres no haga nada contra la violencia de género bajo la idea de que la mayoría de los hombres no son maltratadores y, de ese modo, dejar el problema social reducido a una cuestión de “unos pocos”. En cambio, una minoría aún más baja de mujeres, aquellas que agreden a hombres en las relaciones de pareja o denuncian una violencia que no ha existido (0’014%, según FGE), sí sirve de argumento para cuestionar toda la realidad de la violencia de género y sus consecuencias. Unas consecuencias tan objetivas que suponen que el 30% de las mujeres sufran violencia por parte de sus parejas o exparejas (OMS, 2013), y que cada año unas 50.000 mujeres sean asesinadas por hombres en el seno de esas relaciones de pareja (Naciones Unidas, 2013); cifras que implican que cada 10 minutos una mujer es asesinada por violencia de género, o lo que es lo mismo, que cada 10 minutos un hombre asesina a la mujer con la que comparte o ha compartido una relación de pareja.
Al final dos interpretaciones opuestas llevan a un mismo resultado bajo la voz del machismo: una minoría de hombres y una minoría de mujeres coinciden como razón para no hacer nada contra la violencia de género.
Leer aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario