La asociación noruega Care Norway difunde en el año 2015 este vídeo como parte de una campaña que denuncia la violencia machista. En el vídeo titulado “Querido papá, me van a llamar perra” una niña habla a su padre, todavía desde el vientre de su madre, narrando lo que será su vida como consecuencia de haber nacido niña. La pequeña insta a su padre a tener en consideración a las mujeres al igual que a los hombres, a no despreciarlas por su género, al igual que a todos los padres y no padres, a todos y todas las educadoras y sobre todo a todas las personas.
En la audio-carta explica cómo a la edad de 14 años los niños de su clase habrán bromeado sobre ella llamándola perra, zorra y puta. Con 21 años será violada y posteriormente encontrará al amor de su vida con el que casará y con el que todo se volvería de color negro. Y por todo ello pide un favor: “Papá no dejes que mi hermano llame putas a las chicas, porque no lo son”. El ser hombre o mujer, negro o blanco, heterosexual u homosexual, deficiente o intelectual no debería ser motivo de ningún tipo de discriminación social, ni de ningún otro ámbito. La mejor manera de combatirlo o probablemente la más efectiva, tiene la clave en la educación.
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